GUERRA INTERNA
Soy un montón de colores clasificados por
intensidad y dolor
Si alguna vez me dieron un beso, guardado está,
si vi una luz, una flor, un quejido, lo encerré en globos para fiestas ,
Algunos revientan en plenos besos y coitos,
Algunos se escapan como gallinazos en el almuerzo para reservarse una noche en un balcón .
Soy un montón de colores ahogándose en mi garganta y haciendo fiesta en mi voz.
Si alguna vez me dieron un beso, guardado está,
si vi una luz, una flor, un quejido, lo encerré en globos para fiestas ,
Algunos revientan en plenos besos y coitos,
Algunos se escapan como gallinazos en el almuerzo para reservarse una noche en un balcón .
Soy un montón de colores ahogándose en mi garganta y haciendo fiesta en mi voz.
ME GUSTA LA OSCURIDAD
Me gusta la oscuridad porque cura silencios
Silencios
que las palabras no pudieron contar.
Crecí
entre uñas despedazadas por el piso
tratando
de encontrar sueños adormecidos en pasos
y cuando
aparecían-otra vez, como tú-los revelaba a tragármelos,
ácidos, duros, inexplicables, eran míos, eras mío, dentro de mí creyendo,
ácidos, duros, inexplicables, eran míos, eras mío, dentro de mí creyendo,
-una vez
más-en el amor, en la brevedad de un sorbo,
creciendo en el fuego que desborda los sueños de un loco de la Colifata
¿y si el corazón me delata?¿qué haré ?¿qué no diré?...
me gusta la oscuridad porque no cura al amor. Lo enferma.
creciendo en el fuego que desborda los sueños de un loco de la Colifata
¿y si el corazón me delata?¿qué haré ?¿qué no diré?...
me gusta la oscuridad porque no cura al amor. Lo enferma.
LIMPIATE
Límpiate
los ojos
La piel
La lengua
Los recuerdos
Las vidas
dentro de unas horas amanecerá,
porque
siempre amanece.
HOMBRE PÁJARO
Es mentira,
papá, que los pájaros no cantan en el Centro de Lima, lo que si es cierto es
que no hay muchos. Hay días que aparecen como el recuerdo de toda tu tristeza
regalada.
Cuando tenía
apenas 6 años, podía fijarme en tus ojos, una mezcla de pérdida y olor de huevo frito que se terminaba de hacer
en la cocina, acompañadas con esa, la inocencia preguntándose qué era el
tiempo, el aburrimiento y el ser grande.
Luego sucedió que
el cuestionamiento se hizo costumbre
y pasó a ser un cuerpo, siempre a
mi costado que se pudre conmigo.
Lo que más recuerdo
en ti en días como hoy, es todo lo que no se dijo, lo que más aprendí de ti
fueron los silencios y esas ganas siempre de no llorar, te recuerdo como a un
muerto que uno no extraña, pero que respiro, que me mantiene sostenida en dos patas y en un
codo apoyando mi cabeza.
No podría decir qué es exactamente en qué
pienso cuando digo papá, pero sé que es mentira que los pájaros no cantan aquí,
yo los he visto tomar agua de los charcos e intoxicarse con chicles.
Si me detengo a
pensarte, a ti y a tus ojos de pájaros solo me ocurre decir, que estos pájaros
si aprendieron a volar y a no morirse en la ciudad.
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