A MI HERMANO ABRAHAM
Hermano
querido
Escribo
este poema en honor a tu ejemplo
Ser
humano que anda por el tiempo
Imaginación
que vuela
Has
escuchado la sinfonía del tiempo
Vives
el mundo dentro de otro mundo
Ves el
mundo y aún crees en tu mundo
Explosiones
de tormentas que no soportas
Alegría
e imaginación
Cariño
compartido por ambos
Versos
escritos con cariño a mi hermano menor
Expresar
lo que veo es como ver el alma
Alma
que camina y camina sin rumbo
Tormentas
se escuchan y es tu terror
Terror
provocado por las tormentas neurológicas
Tormentas
que retumban tu ser
Algún
día lograremos calmar tu ser
Dios sabe la lucha que hacemos
RESPIRAR BAJO EL AGUA
Mi espíritu se apaga
En este líquido azul transparente
Que calma el fuego de mi alma
Relaja mis músculos y alivia mis torturas
Sabiduría entre el agua y mi cuerpo
Oxígeno que respira mi alma
Soy un delfín
Cuando la vida misma te asfixia
El agua te salva
Vida que respira bajo el agua
Salir del agua
Y respirar más fuerte
Gritar el suspiro de las flores
Gritar el silbido de los árboles
Gritar el canto de los pájaros
Late la melodía de mi corazón
Respirar y crecer en mis sueños
Mi cuerpo relajado, listo para la batalla final
HE ACABADO MI BALADA
Enfrentar mis demonios
Es soportar el fuego
Ser exigido a responder rápido
Y ser lento en responder
Ser un simple clon
Una piedra es mi pesar
Expuesto al miedo y a no ser escuchado
El miedo gigante
Se mofa en mi cara
Ser exigido a responder rápido
Y ser lento en responder
Consuelo busco
Comprensión espero
Súplica de amor y aprecio
He
acabado mi balada
Lágrimas del Alma
¿Quién se
atreve a cuestionar estas tontas lágrimas?
No te quedes
callado ¡Dilo!
¡Qué frío
que siente mi alma!
¡Oh, Dios
mío!
¡Oh, Dios
mío!
Lloro de
ver un mundo cruel
Lloro de
ver el mundo en guerra
Lloro por
el hambre
Lloro por
las injusticias
Y lloro
por la vida
El alma
llora
Ha
perdido la vida
Ha perdido
la esperanza
Ha
perdido la dignidad
¿A dónde
se fugó la felicidad?
Siempre
en su búsqueda
La vida
nunca más volverá
Acabaré
con el vacío del todo
Lo
inexplicable del infinito del alma
Ese hondo pesar tiene el cuerpo de mis lágrimas
EL SEÑOR CHANCHO
En un vecindario de personas refinadas, alienígenas amigables y
animales civilizados, en sus
inmediaciones, vive el señor chancho. Muchas veces criticado por su rostro poco
agraciado. Se escuchaba por sus alrededores murmuros: “Ese repugnante puerco no
merece vivir, vergüenza ajena de su especie
y su familia. Algún día serán cocinados”.
Una mañana cualquiera, con alegría se dirigía
a trabajar. El señor chancho se despedía de sus lechones y su esposa Pezuña.
-Adiós, querida cuida muy bien a mis
lechoncitos.-Dijo el señor Chancho
Pezuña respondió:-Bendiciones y sonríe a la
vida.Tus hijos estarán bien.
Al caminar unas cuadras se escuchaban insultos y burlas. El señor
chancho lloraba desconsolado. A los pocos minutos, sonríe al recordar el consejo de su esposa. Había caminado más de cuatro cuadras hacia el paradero. Ahí compra
un periódico, lee las noticias y coge algo del tacho de basura. La línea 3 llega
a los diez minutos repleto de pasajeros. Un bus de color verde con franjas
negras. En este bus el cobrador es un
conejo negro y el chofer una cucaracha gigante. Al sentarse, las miradas
penetraban el corazón del señor chancho. Con una carcajada insulto a los
presentes: -Menoscabar mi espíritu podrán, más mi orgullo y mi ser jamás. Los
animales irracionales, como ustedes comprenderán. Ustedes los marranos los
marranos de la sociedad.
A su destino llego cuarenta minutos. Caminó
dos cuadras a la oficina. En su trabajo
lo esperaban un marciano de piel negra y contextura gruesa quien era su jefe.
-Has llegado tarde, miserable puerco. Hoy tu
rostro será la vergüenza de nuestro muro.-Dijo el jefe.
El señor chancho respondió: -Basta de tanta
barbaridad, véase al espejo, señor jefe
-¿Cómo te atreves a contestarme, ruin de la
sociedad?
-Contestó el señor chancho:-Tan solo basura
escupe sus palabras, la fuerza espiritual
importa más que su belleza petulante.
A los pocos minutos recibe una carta. Al
leerla, unas lágrimas cayeron al suelo. Una risotada confirma la inesperada
noticia. El señor chancho caminó a la oficina del jefe. Se detiene frente a él.
Destruyó todo el mobiliario de la oficina.
Gracias totales, como dijo Gustavo Cerati.
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